El presente trabajo aborda la necesidad de reflexionar sobre la importancia de las Humanidades, de la Filosofía en particular, en el nivel superior, pues el contexto actual determina la dirección con la que “deben ser” formados los profesionales pero de manera atomizada, y sin reconocimiento de lo que implica contextualizar una profesión en un mundo laboral que exige conocimientos que en apariencia no se dan durante la escolarización formal. Plantea la importancia de enfocar el análisis de que los contenidos formales a nivel curricular, implica poner de manifiesto las intenciones de formación de los futuros profesionales y los riesgos que tiene dejarse llevar por el pragmatismo contemporáneo.